Visión.

Todo arte que no intente imitar la realidad es Abstracto; dentro de la clasificación “Arte Abstracto” existen varios grados y formas, en consecuencia esta definición se refiere a cualquier tipo de arte que no represente objetos reconocibles.

Por otro lado, el “Expresionismo”, viene siendo el desarrollo de formas pictóricas que expresen los sentimientos más íntimos.

De ambas corrientes o movimientos se podría decir que se deriva el Expresionismo Abstracto que generalmente une el gesto, la energía, el proceso y el procedimiento. Son definiciones bastante amplias y aunque mi manera de pintar y expresarme entra en lo abstracto, mi estilo no es exactamente ese, razón por la cual cabe toda la explicación anterior, voy más allá y llego a identificarme con el Informalismo, puesto que en esta corriente hay cabida para diversas formas de expresión siempre que haya un proceso intelectual y técnico de por medio.

Mi proceso intelectual parte de aquello que encierra una especie de arcano que no es otra cosa que la espiritualidad, la espontaneidad, la exploración, la investigación y las tácticas de infusión y fisura para luego rehacer; sin lugar a dudas, todo esto va unido a una gran dosis de razonamiento.

Mi proceso técnico parte de la experimentación con las formas, el color y los materiales, unido al intento de enunciar una expresión propia experimentando con la fuerza a través de la textura, la estructura y los matices aspirando a obtener armonía y equilibrio.

Es cierto que el arte abstracto plantea dificultades de compresión y juicio y es por eso que para mí es un desafío aún mayor.

La manera de plantearme cada trabajo, intelectualmente es la misma, sin embargo a primera vista no es así pues como no he pintado siempre y después de mucho coquetear con el arte haciendo orfebrería, pintura en cerámica y fotografía y comencé a pintar siendo ya adulta, toda mi formación anterior, indudablemente influye en la manera de desarrollar el trabajo y los materiales que intervienen en el desarrollo de este.

Con respecto a mostrar los trabajos, pienso que en zonas geográficas como la mía, se debe formar alianzas porque uniendo fuerzas es más fácil abrir espacios y de hecho, con otros artistas de diversas disciplinas, los hemos abierto; exponiendo en lugares no tradicionales como por ejemplo, tiendas especializadas y oficinas donde vendemos los cuadros o esculturas, el compromiso es reponerlo una vez que se venden, de manera de mantener la oficina en la cual estamos exponiendo con una muestra permanente.

Finalmente la idea es llevar el arte a todos los lugares donde sea posible y a diversos segmentos, es una especie de entrega.

Este caminar requiere trabajo tanto desde el punto de vista creativo, como de la gestión y cierta cuota de sacrificio, sin embargo, vale la pena puesto que el objetivo final por decirlo de alguna manera, se cumple: llevando el arte a “la plaza pública”.